martes, 18 de mayo de 2010

Metáfora de las joyas.

Una gota cristalina cae suavemente hacia el vacio, un vacio eterno donde no hay nada más que desesperanza, miedo y una obscuridad abrumadora… ¿de qué está compuesta esa hermosa gota cristalina? Está compuesta de un sentimiento que afloro desde el centro de mi pecho, el cual se recogió y se angustio para que esta pueda salir y conocer aunque sea por un segundo la luz, la claridad del día, para luego ir a parar a un precipicio sin fin en el cual mueren los valientes; también está hecha de tiempo, tiempo necesario para que esta pueda florecer y morir en un par de segundos, este tiempo fue un tiempo ameno en el cual recordó momentos de antaño, los cuales nunca deberían haber tenido el fin que tuvieron. Quiere salir una segunda gota de cristal, pero el dueño de esta, la reprime para que esta no salga porque cree que ya no es tiempo de gastar sus gotas de cristales, sus hermosas joyas en cosas sin sentidos, la reprime fuertemente para que esta se acongoje, siente un nudo, un fuerte nudo que a momentos lo ahoga por reprimir esa gotas de cristales, pero sabe que en unos segundos ese nudo pasara, pero eso sí, el dueño tiene miedo que ese nudo algún día lo ahogue.

Por ahora el dueño de esta hermosa joyería de cristales, descansara y liberara su mente unos segundos, minutos u horas, pensara en muchas cosas y recordara cual es su razón de estar presente en este nuevo lugar, un lugar frio, donde no existen las emociones, donde la astucia está presente en cada ladrón del pueblo y sobretodo el joyero tiene que ser sigiloso para que esos ladrones no hurten sus maravillosas joyas de cristales, no se las lleven así como si nada…