jueves, 17 de noviembre de 2011

Libertad condicional: una mirada simple de como los dogmas religiosos coartan nuestras libertades.


“La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones

que a los hombres dieron los cielos;

con ella no pueden igualarse los tesoros

que encierran la tierra y el mar: por la libertad,

así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida”.

(Don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes)



Tal como nos dice Miguel de Cervantes en su libro Don Quijote de la
Mancha, " por la libertad se debe aventurar la vida", es como yo decidí
hacer lo mismo con la mía; de esta manera, deje de creer en la supuesta
libertad que es proclamada por distintos dogmas religiosos. Los cuales
muchas veces, tal como plantea el texto del profesor RIffo, muchas veces la
religión es exageradamente ritualista, que hace del culto un mero rito, vacio
y supuestamente puro, que se hace indiferente a los problemas del hombre,
logrando, de esta forma una alienación o separación del hombre y su forma de
ser.

Recuerdo que siempre escuchaba a mi familia hablar de Dios, es así como
desde muy pequeño me hice la idea de ser un buen cristiano, tener una
familia en donde yo llevaría a mis hijos y esposa a la Iglesia, quizás ser un
colaborador directo para ayudar en la obra de Dios y muchas ideas que en
ese entonces, encontraba fabulosas. La mayor parte del tiempo escuchaba
que los "hermanos" decían -"vengan a la iglesia para poder ser libres, aquí
todos somos iguales, nadie es distinto, sean libres, adquieran la vida eterna,
libérense de todo"-. Siempre me llamo la atención lo que decían. Nunca le
había tomado importancia a esa frase, ya que encontraba que todo iba bien,
hasta que comencé a crecer y empecé a sufrir cambios en mi vida, que sin
darme cuenta me marcaron para siempre, llevándome a la critica que realizo en
este momento.

Estaba de vacaciones en la casa de mi tía y mi abuelo, me acuerdo que
desperté una mañana como cualquiera a preparar mi desayuno, mi tía se había
ido al trabajo y mi abuelo estaba en la cocina supuestamente. Pasa un rato,
cuando de repente escucho una persona tosiendo, salgo a ver al patio y mi
abuelo estaba en el suelo. En resumen, le había dado un derrame cerebral.
No sabía a que aferrarme, que hacer, lo primero que se me vino a la mente
era pedirle ayuda a un vecino que siempre que me sonreía y me saludaba
cordialmente, invitándome, vez que podía a una Iglesia en donde había un
grupo de jóvenes que se reunían los sábados para hacer distintas actividades.

En ese momento el vecino fue el único socorro que logre encontrar y sentí
que estaba en deuda con él. Mi abuelo es hospitalizado y logra estar una
semana con vida. Nuestro vecino estuvo en todo momento dándonos su apoyo,
él sabía que mi familia pertenecía a una Iglesia y quería que yo frecuente la
congregación a la cual el pertenecía, de esta manera accedí a su petición, ya
que tenía una deuda con él.

Por todo lo acontecido anteriormente, decidí irme a vivir con mi tía, recuerdo
que estaba en primero medio, asistía a la Iglesia constantemente, todos me
querían, sentía que mi vida era perfecta y a la vez me consideraba una buena
persona. Ese año me dedique completamente a la Iglesia, encontrándome
muchas veces conmigo mismo. Termina el año y paso a segundo medio, es
en ese momento, cuando me doy cuenta que mi fe ya no era la misma, que
mis vecino al cuales yo llamaba líder, no era el mismos, ya que se estaban
involucrando demasiado en mi vida. Sentía que me prohibía cosas, utilizando
la religión como argumento. Muchas veces me decía que tenía que buscar la
salvación, pero para eso tenía que dejar de hacer ciertas cosas, a la vez debía
seguir un modelo de vida para poder adquirir la libertad y salvación eterna que
Dios me prometía. La primera vez que sucedió eso no le tome importancia,
pero pronto vi que mi vecino y líder, opinaba sobre mis amigos, como me
vestía y hasta criticaba la música que escuchaba, pidiéndome, muchas veces
que deje lo mundano, ya que la libertad que yo buscaba estaba solo en Cristo
Jesús.

Tal como dice este versículo de la biblia, "porque el Señor es el Espíritu; y
donde está el Espíritu del Señor, allí hay LIBERTAD". (Corintios 3:17). Las
distintas congregaciones religiosas se autodenominan acreedoras del espíritu
santo, por ende se hacen automáticamente acreedoras de la libertad.

Si definimos el concepto de libertad según la RAE (hay distintas acepciones),
nos dice que la libertad es un "estado o condición de quien no es esclavo".
Pero, ¿qué pasa cuando las congregaciones religiosas te piden cambiar
tu esencia personal para poder ser libres?, siendo más minuciosos ¿qué
pasa con las personas que tienen otras preferencias sexuales y asisten a
la iglesia, llevando una doble vida? Pongo un ejemplo real a las preguntas
plantadas anteriormente: Tengo un amigo que su papá es pastor de una
Iglesia y este amigo tiene otra opción sexual, el lleva una doble vida, ya que
su familia no sabe esto, además aparenta ser de una forma mientras está en
su congregación y cuando esta con amigos es de otra forma. Si en su iglesia
se enteraran de esto, lo discriminarían y hasta le dirían que tiene un demonio
dentro, además intentarían hacerlo cambiar, coartando de esta forma la
famosa "libertad" declarada por ellos mismos y por el mismo espíritu santo.

A la vez, se puede aludir a la definición de la RAE, para demostrar que al llevar
una doble vida, la persona pasa a ser un esclavo, ya que en su estado no
acepta su opción sexual y prefiere presentar ante los ojos de su congregación
algo que no es.

Con este ejemplo pretendo dejar las siguientes interrogantes que quizás
pueden ser respondidas con lo planteado anteriormente: ¿cuáles son las
libertades que proclama la iglesia? ¿Somos realmente libres al pertenecer a
una congregación religiosa? ¿Qué es lo que logramos entender por libertad al
intentar someternos a un conjunto de reglas religiosas?

Finalizando, puedo decir que el perteneces a una congregación religiosa, en su
momento coarto mis libertades, se pudo ver claramente cuando presente que
querían limitar varios aspectos de mi vida y lo pude ejemplificar de una forma
más clara con la situación que vive mi amigo. A la vez creo que no somos
tan libres como creemos, independiente de pertenecer a una congregación
religiosa o a un estado que proclame libertad, ya que siempre hay marcos
estructurales que intentan moldear nuestra vida en sociedad. Tal como se
planteo al inicio, en cierta forma el culto pasa a ser un rito, que logra alienar
o separar al hombre de su verdadera forma de ser y de sus problemas,
olvidando presentar una solución o aceptación a la diversidad de personas o
pensamientos que hay en el mundo, generando de esta forma, un rechazo a
todo lo que no pertenece a lo mismo que hacen ellos.